1 - Pulverízalo y frota con un cepillo suave.
2 - Aumenta la intensidad de forma gradual hasta generar una espuma limpiadora.
3 - Recoge al tiempo la suciedad con un trapo de microfibra. Y espera a que esté totalmente seco.
4 - Después se aconseja hidratar con el Hidrofull (opcional)
RECOMENDACIONES
Si realizas una limpieza de la piel es imprescindible hidratar después, así el cuero mantendrá elasticidad, color neutro y protección contra los rayos UV